Relación entre lácteos y el cáncer de mama
Los sistemas alternativos de alimentación se han convertido en tendencia, especialmente en el 2019. Más que dietas son estilos de vida, como el veganismo, que busca lograr un sistema sostenible en todos los aspectos de la actividad de consumo humano, la filosofía vegana se empeña en reducir los productos de origen animal, especialmente los involucrados con maltrato y crueldad animal. Otra de las motivaciones del veganismo busca reducir la huella de carbono y la huella hídrica, reducir el consumo de carne tiene un gran impacto favorable para el medio ambiente.
A partir de estilos de vida alternativos se realizan estudios sobre los productos que consumimos diariamente y que están normalizados en nuestra sociedad, Jane Plant analizó la estrecha relación entre los lácteos y el cáncer, la conclusión es que pueden ser causantes de esta enfermedad debido a que las células cancerosas se desarrollan mejor en ambientes ácidos.
Se comparó la población de mujeres con cáncer de mama en : Asia, Europa y occidente, los resultados fueron: En China, sólo una de 10.000 mujeres moría de cáncer de mama, comparado con esa terrible cifra de 1 de 12 en el Reino Unido y aún peor, la medía de 1 de 10 mujeres en la mayoría de los países occidentales. Este descubrimiento incentivó la hipótesis acerca de los lácteos como causantes de cáncer de mama; el consumo de lácteos en china es nula o radicalmente inferior en comparación con países occidentales.
La leche de vaca es un alimento destinado para la cría, las vacas solo producen leche cuando paren, está cargada de nutrientes óptimos y que solo le sirven al ternero, que los humanos consumamos este producto se podría considerar abominable, nuestra propia fisiología nos lo demuestra pues más del 70% de la población mundial es incapaz de digerir la lactosa, que es el compuesto de azúcar de la leche.
Pero el elemento que realmente enlaza a los productos lácteos con el cáncer de mama es la proteína IGF-1, presente en nuestro organismo y en la leche de vaca, son naturalmente más altos. Esta proteína se desarrolla con intensidad en la pubertad, acelerando el crecimiento óseo y muscular. Al ser la IGF-1 un elemento indispensable para el crecimiento del ternero, si la consumimos en altos niveles, es considerado un factor de riesgo para el cáncer de mama y próstata. Jane Plant dice: "No es que la leche de vaca sea un alimento malo. Es un gran alimento, pero para terneros. No está destinado por la naturaleza para ser consumido por ninguna otra especie que no sea un ternero. Nutricionalmente es distinto de la leche materna humana y contiene tres veces más de proteína y mucho más calcio".
Otra hormona, el estrógeno, considerada uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de mama, está presente en la leche en pequeñas cantidades. Pero aún niveles bajos de hormonas son conocidos por causar serios daños biológicos. Mientras los estrógenos en la leche no plantean un problema directo en los tejidos, pueden estimular la expresión del IGF-1 de donde resulta el crecimiento de un tumor a largo plazo.
Existen muchos estudios en línea al respecto, lo que hemos recopilado en este artículo son los aspectos fundamentales y más acertados para relacionar el cáncer de mama con los lácteos, el resultado no es muy motivador pues estos productos son vendidos bajo la propaganda de sanos y que son buenos para nuestro organismo. Socialmente los productos lácteos no son rechazados, hasta edades avanzadas, consumimos un producto diseñado principalmente para la etapa temprana de los mamíferos. Te invitamos a reflexionar sobre este apartado, tu salud es uno de los aspectos más valiosos, ¡cuídala!
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